La fibrosis quística afecta principalmente los pulmones, aunque puede extenderse en menor medida al páncreas, hígado e intestino, suele afectar a toda persona en cualquier edad, el síntoma de atención urgente es cuando provoca acumulación de líquido espeso y pegajoso porque ya se encuentra en etapa crónica.
Cuando una fibrosis quística se hace presente debe atenderse a tiempo porque contamina rápidamente los otros órganos, poniendo en riesgo la vida o incluso evita una recuperación por completo, así como afectar la buena calidad de vida, dijo el internista del Hospital General de Zona (HGZ) Uno del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Rodolfo Hau López.
Entre los síntomas más comunes se presentan los relacionados a la edad del individuo, otras veces se puede distinguir por el grado en que se afecten diferentes órganos, alguna terapia instituida con anterioridad o alguna infección asociada a la misma enfermedad, comprometiendo al organismo completamente, afectando la función respiratoria y digestión.
Conforme avanza la enfermedad se vuelve más difícil la condición respiratoria de los pacientes, algunos sufren hipertensión pulmonar, el páncreas es obstruido por el moco que no permite a las enzimas sintetizadas por la glándula que lleguen hasta el intestino para digerir y absorber el alimento.
Al celebrarse el Día Mundial de la Fibrosis Quística, recomendó a las madres mantener cuidados cuando se está en el periodo neonatal, ya que desde esa etapa puede afectarse al futuro bebé con un pobre y lento aumento de peso, obstrucción intestinal con heces densas y voluminosas, además del riesgo de padecerla durante la niñez y al inicio de su madurez.
Aunque raras veces la fibrosis quística se presenta en los infantes antes del primer año de edad deben mantenerse los cuidados y acudir con su médico para prevenirla, en caso que la mucosidad pegajosa afecte pulmones y páncreas, se producirá un aumento de diversas bacterias responsables de infecciones agudas, deteriorando la salud del menor en forma progresiva y permanente.
Una de las formas para detectar esta enfermedad es cuando se presenta alta concentración de sal, que se podría identificar por medio de análisis del sudor, pruebas genéticas prenatales o neonatales, por lo que recomendó que ante cualquier cambio en la salud del bebé asistan a consulta médica para evitar una fibrosis quística.
