Una articulación es donde se unen dos o más huesos, como la rodilla, cadera, codo, hombro, pueden dañarse por muchos tipos de lesiones y enfermedades como la artritis, dislocaciones, entre otras causas, informó el médico internista Rodolfo Hau López, adscrito al Hospital General de Zona (HGZ) 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La artritis consiste en una inflamación de las articulaciones con dolor, rigidez e inflamación; de no atenderse a tiempo pueden dañarse seriamente, ser más tardada la recuperación hasta podría haber necesidad de reemplazarla por medio de cirugía.
Las dislocaciones son cuando los huesos salen de su lugar por diferentes causas, si es por realizar algún deporte se debe iniciar tratamiento con reposo, hielo, para aliviar el dolor, reducir la inflamación y acelerar la curación, en otras ocasiones se incluyen calmantes para el dolor, o no mover la zona lastimada.
Los cambios más comunes en la postura y al caminar se presentan conforme avanza la edad, debido a que el esqueleto proporciona apoyo y estructura al cuerpo, además de cambiar la piel, cabello.
Las articulaciones proporcionan flexibilidad al esqueleto para el movimiento y los huesos no tengan contacto directo entre sí, ya que están amortiguados por cartílagos, membrana sinovial alrededor de la articulación y líquido.
Agregó que los músculos coordinados por el cerebro, proporcionan fuerza y resistencia para mover el cuerpo, pero al presentar afectación en las articulaciones, conllevan a debilidad o lentitud de los movimientos.
Conforme la edad avanza se pierde masa o densidad, especialmente las mujeres después de la menopausia, porque sus huesos pierden calcio y otros minerales, así como la
afectación a la columna, conformada por huesos llamados vértebras, protegidos por unos cojines de aspecto gelatinoso llamados discos intervertebrales.
El tronco se vuelve más corto a medida que los discos pierden líquido en forma gradual y se hacen más delgados, las vértebras también pierden parte de su contenido mineral, haciendo que cada hueso sea más delgado, convirtiendo a la columna vertebral en curva, comprimida o apretada.
También se pueden formar espolones óseos en las vértebras, provocados por el proceso de envejecimiento y el uso general de la columna vertebral; en el caso del pie, sus arcos se vuelven menos pronunciados, lo que contribuye a una pérdida ligera de estatura.
Señaló que estos síntomas no se pueden evitar conforme se va envejeciendo, pero recomendó realizar ejercicio físico para retardar el avance, ya que de esta manera las articulaciones del cuerpo en general se mantienen más flexibles.
