*Mediante investigación científica y mezcla de tecnologías
Mediante la investigación científica y con la mezcla de tecnología canadiense y tecnólogos chiapanecos, vamos a generar una nueva cultura en la producción apícola en Chiapas, sostuvo Enrique Alberto Vázquez Constantino, director general del Centro de Investigación y Estudios Sociales, Económicos y de Mercados del sector privado.
Reveló que para coadyuvar con procolos de sistemas adecuados para la producción de miel y asegurar la calidad del producto, han logrado un nuevo instrumento de producción, donde ya no se va a necesitar echarle humo a las colmenas ni sacar los bastidores para rasparlos y centrifugarlos, lo cual contamina la miel.
Con una colmena novedosa bastará con solo mover una perilla para poder extraer la miel, además a través de sensores se podrá conocer la producción que se tenga en cada una de las colmenas. Hasta qué día son de mayor producción y cuáles son las prácticas que generan mayor producción.
Vamos a lograr una nueva generación de apicultores, aprovechando la ciencia y la tecnología e innovación que contribuyan a la economía productiva, para que mejore la calidad de vida de los apicultores, subrayó.
Dijo que con los nuevos mecanismos de producción los campesinos podrán alternar sus cultivos con la apicultura, porque donde haya flores de plátano, maíz, mango, cacao contribuye a la producción de miel.
No hay proyecto que tenga que ver con la agricultura que no se pueda pensar integrar con la apicultura. Ahí vamos a incidir, y con los nuevos procotolos y sistemas de producción se verán resultados en beneficio de los productores.
Destacó que el sector apícola ha enfrentado retos en los últimos años, desde el número de productores como en la calidad del producto, y hay variables que inciden en que no se aprovecha al máximo el mercado mundial, el cual equivale a 2.1 billon de dólares al año, en tanto México solo aprovecha el 6% del mercado.
La mayor cantidad de miel que se produce en Chiapas, se procesa con algunas prácticas que contaminan el producto, no cumplen las normas mexicanas ni los estándares internacionales de calidad, lo que no permite poder vender en mercados donde se exige calidad y se tiene que vender a precios por abajo de lo que realmente se pudiera vender.
Esto va en detrimento de los productores.
Puntualizó que cualquiera podrá producir miel en el momento en que se decida, con menos inversión a lo que tradicionalmente se ha hecho y con mejores resultados. / Cosme Vázquez /ASICh
