Los profesores de la CNTE madrugaron a la Policía Federal Preventiva que se hospedaba en el Hotel Zafari de Tuxtla Gutiérrez, llegando a destrozar cinco autobuses de una línea de transporte turístico, de donde saquearon equipos antimotines y hasta armas de fuego, según testigos de los hechos.
El grupo del magisterio disidente con la reforma educativa salió a marchar por segundo día consecutivo, y ahora enardecidos por la muerte de uno compañero, acaecido cuando intentaban boicotear la evaluación para la permanencia que se aplicó en las instalaciones de la Escuela Nacional de Protección Civil, el martes de esta semana.
Salieron de la fuente Diana Cazadora, ubicado en el boulebard AngelmAlbino Corzo y boulebard Andres Serra Rojas, y como pocas veces tuvieron una gran convocatoria de manifestantes, entre alumnos de diferentes normales del estados y profesores federales y estatales.
Encabezados por José Luis Escobar Pérez llevaron a cabo la marcha mitin hacia el palacio de gobierno del estado., con la finalidad de exigir la liberación de sus compañeros detenidos.
Pero en el trayecto, de manera inusual desvieron la ruta y se dirigieron por la calle donde estaban hospedados los policías, ahí encontraron los autobuses estacionados y los apedrearon, destrozaron y saquearon, además de haber tomado de rehén a uno de los policías.
Según habitantes del polígono de la ciudad de Tuxtla, donde se dieron los hechos los policías tratando de repeler la agresión a los autobuses lanzaron gases lacrimógenos, lo cual cundió el medio ambiente, provocando afectaciones en personas adultas mayores y menores de edad que se encontraban en sus hogares y establecimientos de negocios.
El pánico se apoderó de la gente, por lo que cerraron sus puertas y ventanas, pero se seguían ahogando por los gases lacrimógenos, por lo que los vecinos se armaron de valor y salieron a las calles a pedirle a la policía que ya no disparara gases, lo que finalmente comprendieron, y los profesores se replegaron a la esquina de la 5 calle oriente y primera avenida norte, en donde se mantuvieron en pie de guerra.
Asimismo, el botín de los equipos antomotines y demás cosas saqueadas de los autobúses, así como al policía rehén lo llevaron al parque central, donde los exhibieron como trofeo de guerra. / Sergio Núñez-Juan José Díaz /ASICh
