El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) preocupado por la salud de los jóvenes implementó el programa JuvenIMSS con el que se fomenta la cultura de salud a los que se encuentran entre los 10 y 19 años, así como informarles sobre temas como sexualidad, métodos anticonceptivos, planificación familiar, adicciones, entre otros muchos beneficios.
Erandi Ordóñez Sánchez, psicóloga adscrita a la Unidad Médica Familiar (UMF) No. 13 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tuxtla Gutiérrez, dijo que los adolescentes y jóvenes que sufren depresión, que se aíslan o que son tímidos, así como los que conviven con amigos que ingieren continuamente bebidas alcohólicas, tienen conductas de riesgo, deben atenderse pues son signos de alarma que pueden llevar al uso y abuso del alcohol, hasta llegar a sufrir de alcoholismo en un futuro.
Expresó que la mejor prevención es la estrecha comunicación y la convivencia familiar, a fin de brindarle confianza e información –relacionado a las drogas-, principalmente en la adolescencia, la cual en ocasiones es difícil de comprender por parte de sus progenitores.
Agregó que es común encontrar jóvenes se aíslen, se alejen de las reuniones familiares e incluso no quieran salir de paseo con sus padres y busquen la compañía de amigos o lugares que los hagan sentir mejor.
Señaló que el alcoholismo es prevenible si se evita la disfunción familiar y se mantiene comunicación entre hijas e hijos con sus padres y madres, y se les informa todo lo relacionado con esta enfermedad, la cual inicia al consumir alcohol de manera frecuente, cada fin de semana, quince días o una vez al mes.
Mencionó Ordóñez Juárez que el riesgo se incrementa hasta en un 50 por ciento en los adolescentes que provienen de una familia en que existe un alcohólico; aun así, se puede prevenir ya que si no se presentan o se reduce el contacto con los factores externos que favorecen su presencia se puede evitar el alcoholismo.
Comentó que otro factor de riesgo es el ritmo de vida que hoy se tiene, en la que ambos padres necesitan trabajar, por lo que no hay el suficiente cuidado y atención en la formación y comunicación con las hijas e hijos, además, existe una mayor tolerancia social hacia el consumo de bebidas embriagantes, pues ya no es mal visto, incluso “los padres motivan a sus hijos a que tomen, pero en casa, con ellos, para que no se exponga en la calle”.
Exhortó a los jóvenes que frecuentemente consumen bebidas alcohólicas, o que ya no pueden controlar su manera de bebe, que pidan ayuda de manera urgente, ya que un síntoma de alcoholismo, es cuando ya no se tiene control sobre la bebida y no puede abstenerse.
Finalizó la psicóloga del IMSS recomendando a las madres y padres de familia, que si cuentan con un hijo o hija que sufre depresión, ansiedad o cualquier otro problema emocional, acudan juntos a la UMF de adscripción, para que reciban toda la información sobre el alcoholismo y se le enseñe a moderar el consumo, en caso de que ya padezca esta adicción.
