Con el saqueo del ámbar que se da en mayor medida en la zona de Simojovel y Huitiupán, a la llegada de empresarios chinos a comprar el producto, ha mejorado la economía en la región pero también el comportamiento social de muchos, se ha visto rebadasa la seguridad y hasta se genera conflicto entre los ambareros, señaló Marlene Gallegos, artesana que trabaja la piedra preciosa hecha de resina vegetal fosilizada.
Esta mujer chiapaneca, quien trabaja el ámbar desde hace 15 años, lo cual le gusta hacer pese a ser profesionista egresada de universidad y trabajar como servidora pública, porque le reditúa como negocio, sostuvo que el poder adquirir lo que sacan los mineros les cuesta un 80% más del costo de antes que llegaran los chinos.
Reconoció que a la llegada de los inversionistas asiáticos han mejorado las condiciones, sobre todo para los escultores que acopian lo que los obreros extraen y lo venden a los compradores exponenciales, pero ya se genera conflicto social, hay rencillas por querer ser el que venda a los chinos.
Precisó que los excavadores en las mimas no venden directamente a los chinos.
En tanto, dijo que los chinos solo vienen por el mejor ambar, por esferas limpias, sin residuos y de color amarillo claro, lo que se desconoce con qué fines. El ámbar con musgos a los chinos no les interesa, mucho menos el de color rojo o el verde.
Anotó que la artesanía del ámbar en la entidad se enfrenta a una difícil realidad, porque por un lado compran más caro la piedra preciosa y después de tallarla y darle forma o figura tampoco se puede vender más caro, sobre todo con el consumidor local que estaba acostumbrado al bajo costo. / Cosme Vázquez /ASICh
