Ni usos y costumbres, ni consentimiento de padres, deben permitir relaciones maritales en menores de edad

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San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. – Ante la prevalencia de casos que se han detectado recientemente, en los que menores de edad cuentan con el consentimiento o mantienen a escondidas relaciones de noviazgo o concubinato con personas adultas, la Dirección de Policía Municipal exhortó a padres de familia a no permitir este tipo de situaciones, ya que atentan contra los derechos humanos y la dignidad e integridad de las mujeres.

Ejemplo de ello, es lo sucedido esta semana en un domicilio ubicado en la colonia La Florida, en la zona norte de San Cristóbal de Las Casas, donde se reportó a los números de emergencia un caso de violencia familiar, debido a que la mamá de una menor de identidad resguardada, con iniciales V. A. G. J., de 14 años de edad, solicitó apoyo de elementos municipales, ya que se enteró que su hija sostenía relaciones con un joven de nombre Lorenzo “N N”, de 18 años, por lo que no estaba de acuerdo.

Al arribar al domicilio, la mamá de la víctima, de nombre Verónica “N N” informó a los policías municipales que Lorenzo “N N” agredió verbalmente a su hija, utilizando palabras altisonantes e intentó agredirla físicamente, por lo que al notar lo que sucedía intervino en ese momento y con ayuda de otros familiares, lograron evitar que continuaran las agresiones.

De esta manera, los familiares de la menor entregaron a la policía al agresor, quien fue trasladado a las instalaciones de la Unidad de Atención a la Violencia en contra de la Mujer y la Familia de la Fiscalía de Distrito Altos, donde fue puesto a disposición del ministerio público por el delito de violencia familiar, quien determinará su situación jurídica en las próximas horas.

Finalmente, la Dirección de Policía Municipal advirtió que las uniones tempranas o precoces violentan tres derechos fundamentales –a la educación, a la salud y a una vida libre de violencia–, sobre todo en el género femenino, por lo que consideró fundamental inhibir y desestimular esta nociva tradición, no solo a través de leyes más estrictas, sino también mediante un cambio cultural, en donde no se permita y se denuncie este tipo de situaciones.