Silvia Ramos Hernández, directora del Centro de Investigación en Gestión de Riesgo y Cambio Climático de la UNICACH, negó que las alteraciones en los suelos en terrenos de la comunidad San Pedro del municipio de Sunuaoa tengan algo que ver con el volcán Chichón.
Estudiosa de este coloso, asegura que este poblado se encuentra a más de 11 kilómetros en línea recta al Volcán Chichón, de tal manera que no tendría ninguna conexión alguna eventos que pudieran estarse presentando como dicen los habitantes que sienten olores a gas y azufre.
No obstante, en la zona norte del estado de Chiapas, sobre todo en esta temporada, se presentan problemas de derrumbes, movimientos de laderas, lo que ya ha generado hechos desastrosos como lo sucedido en San Juan del Grijalva.
El proceso que se presenta en esas comunidades de la zona, son derivados de la erosión de suelos, remoción de rocas, y con las lluvias como las que se han presentado en estas semanas provocan deslaves de lodos y generan inquietudes de la población.
Sostuvo que se descarta que tenga alguna relación con el Volcán Chichón lo que se presenta en esa comunidad, y es natural el que los derrumbes que se presenten arrastran rocas y sedimentos que quedan a orillas de los terrenos, pero nada que ver con el Volcán, sino que son procesos ligados al cambio uso de suelos.
El volcán Chichón se encuentra en estos momentos en un estado de estabilidad, al igual que el Tacaná, pero esto no quiere decir que sean volcanes apagados, sino que tienen actividad normal, por lo que no hay motivo de alertar a la población.
Precisó que en los sistemas de prevención, el Chichón está en color verde, lo que significa que sus fuentes termales están en parámetros de normalidad, no hay ningún rasgo de peligrosidad.
Anotó que desde hace muchos años vienen realizando un trabajo de monitoreo al Volcán y en la zona, sobre todo en los municipios de Chapultenango, Francisco León y comunidades de Pichucalco, ligadas a la zona del Chichón. La gente sabe que es un volcán activo y peligroso, pero en estos momentos el conocimiento científico nos dice que no hay de qué preocuparse. / ASICh
